La música clásica también puede ser muy mala

folleto_fundacion_ExcelentiaMe refiero naturalmente a la música clásica mal interpretada. En el mundo de la música clásica también se dan engaños, se vende gato por liebre, se toma el pelo. No te dejes engañar por el hecho de que se llame música «culta» (si es que existe algo así) y no presupongas que lo que vas a ver es una maravilla. Aunque vayas a ver El Lago de los Cisnes en un gran teatro nacional, eso no implica que porque sea «música clásica» o un «ballet» o en un «teatro nacional» automáticamente vaya a ser bueno. Puedes encontrarte con interpretaciones mediocres que no hacen justicia ni a la obra, ni a su autor, ni a las propias personas que las interpretan. Lo mejor para que esto no pase es que antes de que vayas a un espectáculo te informes de quiénes lo van a interpretar: qué compañía de danza, qué coro, qué orquesta, quién lo dirige, quiénes cantan… También dónde es (eso puede cambiarlo todo). Si no, te puede pasar como me pasó a mí hace un par de días.

Me invitaron a asistir a la Misa en Si menor de Bach en el Auditorio Nacional. Fui sin informarme de quién la interpretaba (estaba ofrecida por la Fundación Excelentia –»The World Leading Music», dice su eslogan–, que ha alquilado la sala grande al Auditorio Nacional para un ciclo de grandes clásicos). Yo fui solo porque era la Misa en Si menor de Bach y me apetecía escucharla. Pero ya se sabe que cualquier obra musical -de pop, de jazz, de lo que sea- interpretada sin alma, puede resultar un suplicio. Y no hay nada que me dé tantísima rabia como la música –sea cual sea– tocada «para salir del paso». Y así ocurrió en esta ocasión. A mitad del concierto me di por vencida y abandoné. ¿Por qué?

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