MÚSICA RENACENTISTA
Bueno, ya estamos en el Renacimiento. La época en la que se ponían sombreritos muy curiosos, la época del superstar Leo DaVinci y el colega Miguel Ángel.
Bueno, ya sabes que el Renacimiento era una vuelta a los orígenes clásicos de Grecia y Roma… en arquitectura, pintura y escultura. Pues bien, en música tienes que saber que ¡CLARO!, ¿qué retorno musical iba a haber a Grecia y Roma si ni siquiera se sabía qué se tocaba entonces? Por eso mismo, realmente el Renacimiento es la época más innovadora en música en la historia de la Humanidad hasta entonces. ¿Sorprendido-a? Pues sí. No se encuentra nada igual hasta el siglo XX. Es una brutalidad. ¿Por qué?
Bien, tienes que saber que el Renacimiento es la época que se conoce como “la época dorada de la polifonía”. “Polifonía” se llama a cuando suenan muchas voces simultáneas, cada una por su parte. Vamos, cualquier canción pop es polifónica. Cada cantante, cada instrumento, sigue su hilo musical y entre todos queda una cosa fantástica. Eso es la polifonía. En la Edad Media todo el sonido (al menos el sacro) era monofónico. Si te das cuenta, el canto gregoriano que puse en el primer post de este blog es monofónico. Cantan cuarenta monjes, pero todos cantan la misma voz.
Sin embargo el Renacimiento es la época dorada de la polifonía, como no la habría después. Aparte, se desarrolla el sistema de notación musical moderno (como el que conocemos hoy, pentagrama), lo que permite que todas las composiciones sean mucho más ricas, porque hay una nueva forma de notación musical que permite que sean más sofisticadas.
Y la polifonía se ve en la música pagana, y mucho más, en la música sacra. En la música sacra, tienes composiciones que son por ejemplo motetes (un tipo de composición) a 6, 8, 12 voces… Hay hasta un motete que tiene… ¡¡¡¡40 voces diferentes!!!!! Una pasada (y una maravilla que haya llegado a nuestros días). O sea, imagínate un coro en el que cada cantante va a su bola. Van entrando poco a poco en la canción. El resultado pone los pelos de punta. Va a haber un momento en el que lo oirás serán 40 voces a la vez, diferentes. Imagínate la complejidad de componer eso. Es uno de los más bellos que hay. Lo hizo Thomas Tallis, uno de los nombres que ha de sonarte si hablas de música del Renacimiento (inglés).
Para que te ubiques un poco, yo diría que la música de esta época es como la típica que pega un montón para El Señor de los Anillos, en escenas de esas que están en parajes bonitos desde los que se ve un valle entero o en monasterios o castillos (que aunque son más bien de estética medieval, muchas veces ponen música de estilo Renacentista porque es en realidad más brillante que el gregoriano). Es muy típico también que la música sacra del Renacimiento la canten coros sin ningún acompañamiento musical. Lo que se conoce como canto “a Capella”. Así que ya sabes, cuando escuches una música con una marabunta de voces y como tranquilita de esa que te relaja, suele ser del Renacimiento. La música no-sacra del Renacimiento es la del lirismo cantado. Es muy típico lo que se llaman “madrigales”, que son como poemas cantados a varias voces. Y está muy guay, hay un montón, a veces con letras pícaras (como el “Hoy Comamos y Bebamos y cantemos y holguemos, que mañana ayunaremos”, que habla de llenar la panza). Ah, y siempre se acompañan generalmente de con instrumentos antiguos típicos del Renacimiento (lo que comentábamos, de viola da gamba, laúdes…), que vienen a sonar parecido a una guitarra, pero no del todo. Y por suerte nos ha llegado a nuestros días, porque ya se anotaba la música. Deja que te ponga un ejemplo de música cantada (madrigal).
“Quand je bois du vin claret, ami tout tourne tourne tourne tourne” – cuando bebo clarete, todo gira y gira. Que eran antiguos, pero no por eso se dejaban de divertir. Otras veces se ponían más tiernos y cantaban poemas a sus amadas. Senfl, Ludwig – Ach Elslein, liebes Elselein . Ah, había muchos hombres que ya empezaban a cantar en tesituras (tesitura es el alcance de una voz, si es soprano, alto, bajo, barítono, tenor…) altas, como verás en esta última que te he puesto. Y si no, de música instrumental sin letra, reconoces el Renacimiento por que los instrumentos probablemente te sonarán… a que no te suenan. Son unos sonidos de instrumentos que en su mayoría han desaparecido bien porque dejaron de usarse o porque evolucionaron a su forma barroca (el violonchelo es por ejemplo barroco, una evolución de la viola da gamba, y de él nacen todos los demás, la viola, el violín… pero claro, esto te digo en el Barroco). Aquí tienes una de Jordi Savall que toca una viola de gamba, que suena más suave que un violonchelo (y es más grandote como instrumento). Ah, Jordi Savall es un genio de la música renacentista. Un catalán respetado en todo el mundo por su maestría.
¡Ah! En el Renacimiento generalmente España tiene buenísimos compositores, como Tomás Luis de Victoria, Alfonso Lobo; pero también Italia (Monteverdi, Lotti, Palestrina…) o Inglaterra (Tallis, Byrd…). Ya tendremos tiempo para aprender más de ellos. En resumen, te tienes que quedar con que es la época dorada de la polifonía, que suele ser música tranquilita y que suena eso, como antigua, pero sin llegar a ser medieval (que es sólo el gregoriano).
¿Te ha gustado? Si quieres saber más sobre esta época, no te olvides de comentar. ¿Pasamos ya a la siguiente época en nuestro viaje flash?
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